El PP exige la dimisión del Concejal de Seguridad José Manuel Vera tras el robo de 3000 litros de gasolina y una embarcación a la Policía Local
- Carmen Baena denuncia la dejadez política de Vera y lo acusa de ser responsable del “caos y desprotección” que vive Chiclana
- El PP señala que el edil solo se preocupa por poner radares y salir en fotos, mientras la seguridad ciudadana sigue deteriorándose
Chiclana de la Frontera, a 15 de octubre de 2025. Los populares denuncian que la situación en Chiclana ha rebasado todos los límites. La seguridad ciudadana está bajo mínimos, y el último episodio —el robo de 3.000 litros de gasolina, 120 garrafas, una embarcación usada para el contrabando, y material incautado directamente desde las instalaciones de la Policía Local— evidencia de forma rotunda el absoluto fracaso de la política de seguridad del PSOE de Román y de su Concejal José Manuel Vera. Por ello, desde el Partido Popular piden por coherencia política su dimisión inmediata como delegado de Seguridad. Si no la presenta, añaden, el Alcalde debe cesarlo de forma fulminante.
“Esto no es una anécdota más. Es la constatación de que tenemos un Delegado que ha perdido por completo el control de la ciudad. Si roban dentro de las dependencias policiales, ¿qué no está pasando fuera?”, denuncia la concejala popular Carmen Baena. “Los chiclaneros merecen vivir seguros, no en un municipio abandonado por quienes tienen la obligación de protegerlos.”
El reciente robo en las instalaciones de la Policía Local no es un hecho aislado. Se suma a una cadena de episodios sin fin que desde hace meses retratan un panorama preocupante: robos violentos en locales comerciales y hosteleros, agresiones, robos con fuerza, la proliferación de mafias del narcotráfico que operan en nuestras costas y en el propio río Iro con total impunidad, e incluso un asesinato relacionado con la droga. La imagen de los “petaqueros” cruzando el Iro cargados de combustible, o el hallazgo de 597 garrafas en fincas urbanas usadas como gasolineras ilegales, son solo algunos ejemplos recientes del descontrol.
“Aquí no hay estrategia, no hay planificación, no hay voluntad política. Lo único que hace el señor Vera es colocar radares para multar al ciudadano y posar sonriente con coches patrulla en régimen de renting. Esa es su política de seguridad: castigar al vecino y salir sonriente en la foto”, ha subrayado Baena.
Además, desde el PP se recuerda que el conflicto permanente con los sindicatos de Policía Local, quienes denuncian la falta de efectivos, medios y apoyo institucional, es otra prueba más de la incapacidad del delegado para gestionar un área tan sensible. “No se puede gobernar a base de soberbia. Vera no escucha, no dialoga, y eso repercute directamente en la moral del cuerpo policial y, por ende, en la seguridad de todos”, añade la edil.
Mientras tanto, Chiclana se ha convertido en un punto caliente para las redes criminales. La falta de vigilancia efectiva y la escasa coordinación con otras fuerzas de seguridad favorecen que mafias del narcotráfico y bandas organizadas usen nuestro municipio como base de operaciones. “Es intolerable que en pleno centro urbano proliferen granjas ilegales de gasolina sin que el Ayuntamiento actúe con firmeza”, critica Baena.
Desde el Partido Popular ya se han presentado todo tipo de iniciativas en el Pleno para reforzar los cuerpos policiales, dotarlos de más medios técnicos, e incluso mandaron una carta al Alcalde para que los grupos con representación tuvieran una reunión para debatir sobre cómo parar esta situación; carta que, por otro lado, fue ignorada por el Alcalde.
“La paciencia de los chiclaneros con el delegado se ha mostrado casi infinita pese a haber demostrado una y otra vez, su incapacidad. Por eso volvemos a decirlo alto y claro: José Manuel Vera no puede seguir ni un día más al frente de la seguridad en Chiclana. Tras el último robo a la propia Policía Local, su renuncia es urgente y necesaria. Y si por soberbia no tiene la dignidad de irse, el Alcalde Román debe actuar con responsabilidad y cesarlo de inmediato”, concluye Carmen Baena.